Resumen:
El artículo nos habla sobre el interés que ha tenido el público puertorriqueño sobre el Teatro Puertorriqueño. Nos menciona que 1881 apareció la obra “Un Jíbaro como hay poco”y su secuela “Una Jibara”. Para los años 30 hubo un movimiento que coloca las actividades teatrales como primer plano y que el Ateneo Puertorriqueño, el Casino de Puerto Rico, la Farándula Universitaria y las sociedades dramáticas de la Escuela Superior de Ponce y la Escuela Superior de Caguas patrocinan el desenvolvimiento del arte escénico auspiciando presentaciones. De 1940 a 1941 se crea una Sociedad General de Autores en San Juan con el nombre “Areyto”. Tuvo corta duración pero ayudó a crear un repertorio de obras puertorriqueñas.